Hoy es el día del Agrónomo o del Ingeniero Agrónomo o de la Ingeniería Agronómica. La agronomía sigue siendo hoy en día uno de los pilares fundamentales para nuestra supervivencia. José María Aulicino es ingeniero agrónomo y honra este día en MDZ.

Argentina es reconocida por sus exuberantes capacidades agropecuarias comparativas, pero fue recién en el siglo XIX, cuando un grupo de visionarios, fomentada por el Ing. Agr. Eduardo Olivera se crea el Instituto Agronómico-Veterinario. Este inicia sus actividades el 6 de agosto de 1883. Es allí, en Santa Catalina, en ciudad de Llavallol – Lomas de Zamora, a partir de dicha inauguración, que se celebra el día de las Ciencias Agropecuarias. Esos primeros profesionales nativos, fueron aquellos que dieron comienzo al desarrollo productivo agropecuario nacional, pasando del uso y costumbre al acto basado en la ciencia agrícola y pecuaria.

Hoy, 140 años después, nos encontramos frente a un sistema agroalimentario nacional con capacidades de innovación, apropiación tecnológica y tan dinámico que llama la atención al mundo productivo. Un sistema, que no solo permite sustentar la vida rural, sino que es capaz de producir mucho más alimento que el necesario para abastecer a la población nacional, permitiendo exportar los excedentes a muchos países que no poseen la capacidad productiva. Un sector tan emprendedor y eficiente que ha sobrevivido a la transferencia, mediante derechos de exportación, de más de 175.000 millones de dólares, desde el año 2002, al Estado Nacional.

Condición sine qua non para el funcionamiento del entramado social y estatal. Asimismo, un sistema social – productivo que se  apropia y desarrolla tecnologías para resguardar el patrimonio de los recursos naturales, permitiendo que nuestro país pueda cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la agenda 2030, con solvencia. Capturando muchos más gases de efecto invernadero (GEI), que los emitidos. Es por ello, que dicho desarrollo obtenido, descansa en los profesionales, que este 6 de agosto, celebramos nuestro día. Son aquellos profesionales, que, abarcando la amplia diversidad productiva de los territorios de las economías regionales, los heterogéneos sistemas sociales, incansablemente aportan su conocimiento para producir, transformar,  comercializar y distribuir todos aquellos alimentos que hoy encontramos en nuestra mesa.

LOS PROFESIONALES QUE CELEBRAN ESTE DÍA APORTAN SU CONOCIMIENTO PARA PRODUCIR, TRANSFORMAR Y COMERCIALIZAR. FOTO: MDZ.

Hoy, quienes desarrollamos alguna de estas nobles profesiones observamos la alta relevancia de nuestras acciones, el orgullo del impacto social de las mismas. Tanto, que las actividades reservadas al título, están categorizadas como de “importancia pública”, por su impacto en la alimentación, salud, medio ambiente y la sociedad. Hacia el futuro, los desafíos para los profesionales de las Ciencias Agrarias, son inmensos. Debemos conjugar los ciclos biológicos, con el uso de inteligencia artificial de la aplicación de
herbicidas en forma individual. Combinar la visita al lote productivo, con la interpretación de imágenes satelitales o de dron. Fusionar el acto productivo con la maximización de los beneficios económicos, pero resguardando el capital de los recursos naturales, para las generaciones futuras. Resolver los incesantes incrementos de la calidad nutricional, organoléptica sin la perdida de la inocuidad, cumpliendo con las normas internacionales y exigencias del consumidor.

Seguir innovando en los procesos, maquinaria e industrialización aplicando internet de las cosas (IoT), con sistemas de blockchain y Smart contract, para asegurar la trazabilidad de los alimentos y las transacciones comerciales. Combinar el cultivo de células madres animales para la obtención de tejidos comestibles, versus el resguardo de la producción animal. Aun, frente a tendencias de rechazo frente al uso de animales para consumo. Lejos quedo el paradigma decimonónico de “producir más”, como única función del profesional agropecuario. Hoy, ese modelo se ha transformado en la gestión de sistemas complejos, abordando los mismos con una visión holística, amplia, abarcativa, conjugando el ambiente, la sociedad y la economía, para brindar sustentabilidad a nuestros actos.

Frente a un planeta con más de 8000 millones de personas, con nuevas exigencias del mercado, con limitantes de suelo, agua y a veces clima, el profesional de las ciencias agrarias, se enfrenta día a día a la toma de decisiones para encontrar soluciones, no solo alimentarias. Este desafío, es el que convierte en héroes anónimos, a quienes ponen su vida, su esfuerzo, su  conocimiento para el desarrollo de nuestro país. Orgulloso del camino elegido, he instando a los jóvenes a que asuman el desafío de ser protagonistas del desarrollo nacional y no solo espectadores.

JOSÉ MARÍA AULICINO

* José María Aulicino, Ingeniero Agrónomo, secretario administrativo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Lomas de Zamora.

Nota publicada en el portal MDZ Argentina https://www.mdzol.com/dinero/2023/8/6/las-ciencias-agropecuarias-en-argentina-base-del-desarrollo-social-economico-de-nuestro-pais-358350.html