Mónica Barrios es Ingeniera agrónoma de la Facultad de Ciencias Agrarias, y profesora titular de la cátedra de Planificación del uso de la tierra. Investiga sobre los suelos de la región y su impacto en la producción de alimentos. Desde su experiencia, impulsa la utilización de técnicas y herramientas de agricultura circular para mejorar la calidad de los recursos naturales.

¿Por qué es necesario cambiar la forma de producción agrícola?

Lo que nosotros vemos es que tenemos un tipo de producción esquilmante, demandante de insumos químicos, y uno de los mayores problemas que estaría causando es el deterioro de los recursos naturales, de los suelos cultivados, algo que para nuestro país son recursos estratégicos. Si seguimos realizando la producción de la forma en que la estamos haciendo, vamos a seguir teniendo cada vez más emisiones de efecto invernadero, pérdida de variabilidad de especies de microorganismo del suelo, y aumentará la necesidad de usar químicos que funcionen como desecantes. La idea es no seguir haciendo ese tipo de agricultura, porque si mato la variabilidad de microorganismos, el suelo tarda en recuperarse. Lo que buscamos es cambiar a una agricultura circular, tratar de mejorar las condiciones de los recursos.

Lo que nosotros vemos es que tenemos un tipo de producción esquilmante, demandante de insumos químicos, y uno de los mayores problemas que estaría causando es el deterioro de los recursos naturales, de los suelos cultivados, algo que para nuestro país son recursos estratégicos.

¿De qué se trata la agricultura circular?

Es un sistema en el cual tratamos de reutilizar los residuos. Por ejemplo en un cultivo de maíz, cosecho los granos y la planta queda. Se pueden hacer varias cosas: la puedo cortar, dejarla en superficie que actúa como protección, pero también puedo soltar animales para que coman esos residuos, y a la vez ellos aportan a través de las heces nutrientes a ese suelo. Luego, los microorganismos que están dentro del suelo son los que van a hacer el ciclado de los nutrientes para que estén listos nuevamente para que la nueva planta los pueda absorber y volver a crecer.

La agricultura circular es un sistema en el cual tratamos de reutilizar los residuos

¿Cómo se fomentan desde la Facultad estas prácticas?

Nosotros desde nuestros proyectos de investigación determinamos que había problemas en la producción de alimentos, en particular por algunas prácticas vinculadas al manejo del suelo, por eso trabajamos con los productores haciendo charlas para la implementación de buenas prácticas. También lo hicimos con algunas cooperativas, con quienes realizamos una capacitación sobre agricultura circular. Un productor que está consciente trata de cambiar la forma. Es fundamental que la Universidad salga a hablar con los productores para hacer transferencia de conocimiento de cómo tratar esos residuos por ejemplo para que decante un tiempo para que decaigan los microorganismos que puedan afectar la salud humana, porque un alto porcentaje del alimento que comemos se produce en nuestra región.

Investigar los suelos 

La degradación del suelo es parte de la pérdida parcial o total de las propiedades físicas, químicas y biológicas que tienen los suelos. El grupo de investigación que lidera Barrios se dedica al estudio de esa degradación, pero también a investigar las formas para su recuperación.

“En nuestro último proyecto hicimos un ensayo donde plantamos primero una especie hortícola y luego una pastura para animales. Utilizamos tres suelos: uno al que le aplicamos cama de pollo (se trata del principal desecho generado en la cría de aves de engorde), otro al que no se le aplicó nada y un último con fertilizantes”, explica la docente y continúa: “Algunos pollos fueron alimentados con esta pastura y otros con alimento balanceado, los próximos pasos es medir las variables químicas, físicas, biológicas”.

Barrios destaca que se trata de un trabajo conjunto: “Nos ayudan cátedras como la de “clima” porque necesitamos medir temperaturas, la cátedra de alimentos y la de enfermedades”. 

“Cada vez necesitamos más información”, enfatiza la investigadora y añade: “Incorporamos también la parte biológica porque a veces la biología puede explicar aspectos en el suelo más rápido que la física y la química”.